Por cierto, estoy leyendo "Sabotaje" (no he tenido tiempo hasta ahora), voy por la mitad, y me llama la atención el hecho de que mientras que don Arturo no ha tenido el más mínimo problema o escrúpulo en meter a figuras históricas, reales, como el almirante Canaris o el mismísimo Pablo Picasso, en amigables charlas con sus personajes de ficción, creados por él, no ha querido o no se ha atrevido a hacer lo mismo con Malraux, Hemingway, la fotógrafa Lee Miller, Lisardo Doval, etc, teniendo que inventar personajes con otros nombres---incluso muy parecidos, como "Lisardo Queralt"--- pero que son fácilmente reconocibles. Me pregunto si ha sido por motivos legales, aconsejado por sus abogados, o por otras razones que se me escapan. ¿Es parte del "juego"? Tú pareces ser un avezado o consumado Revertólogo: ¿qué opinas? |