Mi abuelo fue suboficial en el bando republicano. Durante la contienda se pasó a los rebeldes. Sálvese quien pueda, supongo. No le pude preguntar cómo lo hizo. La jugada le salió bien. Mi abuela cobró una pensión de militar de la República cuando llegó la democracia.
Y una cosa importante que no estoy seguro que se recalque suficientemente. Hubo mucha gente muy creyente, de misa todos los días, muy religiosas, que las pasó muy canutas. O no las dejaron. Sé de dos casos que se salvaron por un anónimo en la puerta y por un aviso de un guardia civil, no salgas sóla, no vayas hoy a misa, hazlo a otra hora... Y seguro que pasó lo mismo en el bando opuesto con personas de ideas liberales o izquierdistas. Y delaciones: Es una mala cristiana, una mala esposa y una mala madre, lo decía uno de camisa azul (lo de la camisa es lo de menos)
en un informe. Uno que tenía una amiguita y más cosas. En fin, pero qué hijosdeputa.
Y el hambre. Que yo he visto a muchos mayores que se morirán sin que se les vaya esa mirada del miedo a pasar hambre.
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Al parecer de los pareceres parece ser que pareciendo lo que parece puede parecer parece lo que es. O parecido. |