La memoria del hielo es su segunda novela, con la primera obtuvo el premio Feel Good 2018.
Elena Ivanova y Serguéi Bogdanov son los protagonistas de esta historia que tiene unos capítulos de arranque con una situación tan al límite que te agarra y ya no puedes soltarte. La acción de la novela transcurre en Norilsk, una ciudad rusa que está al norte de Siberia, en el Círculo Polar Ártico, donde el frío extremo y la contaminación del aire hacen la vida casi imposible.
«Elena había llegado a odiar Norilsk, la ciudad en la que nació, situada en el paralelo 69, más allá del círculo polar ártico. «El lugar de la Tierra más inhóspito para vivir», así es como se la conocía en el resto del mundo. Y exactamente así lo percibió ella durante mucho tiempo«.
"A medida que se Serguéi hablaba el mundo exterior que ella había conocido cobraba un peso distinto, el peso de la Historia. Los lugares también sufren se dijo con amargura, incluso en aquel solitario reino del silencio el hielo tenía memoria."
Unas desgarradoras notas musicales atraerán a Elena al interior de un edificio abandonado, el primer día de la noche ártica que dura otros cuarenta y cuatro, allí conocerá a Serguéi, el resto, leedlo; notaréis el frío de Norilsk, oiréis aullar el viento y os conmoveréis con los protagonistas. Os enamoraréis de la fuerza arrolladora que es Elena y de la bondad infinita de Serguéi. Hacedme caso.
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"Todo el mundo es como Dios lo hizo, y con frecuencia, peor". Cervantes |