Todos recordaréis como en "Cabo Trafalgar", don Arturo se valió de un navío ficticio, el "Antilla", para narrarnos de manera magistral aquel combate. Privilegio del autor de manipular la historia en beneficio de la ficción, lo definió el propio autor en una nota al final del relato.
Pues bien, ahora en "Eva" ha usado del mismo privilegio, aunque esta vez no advierta al lector; el destructor nacional "Martín Álvarez" es tan ficticio como el "Antilla".
Los sublevados contaron con un único destructor, el "Velasco" (de la clase Alsedo) hasta el otoño de 1937. Todos los demás destructores de la flota permanecieron en poder de la República.
La descripción de la artillería del "Martín Alvarez" (página 142) coincide precisamente con la que montaban los siete destructores de la primera serie de la clase Churruca, de los cuales ninguno ostentaba aquel nombre. |