Resulta que si tienes el carne de la biblioteca y quieres tener nociones de algún idioma, alguien te da una clase práctica a la semana a condición de que tú hagas lo mismo con otra persona en tu idioma. Gratis et amore. Y en beneficio de los que menos recursos tienen. Y eso último bien podría ser una característica de las bibliotecas.
La entrevista me recuerda, Mare, al maestro de uno de los relatos cortos del libro "Corazón" de Edmundo de Amicis. Hay que tener en cuenta que es un libro escrito a finales del XIX y por un autor que creía firmemente que el futuro se gesta en las aulas (y en las bibliotecas).
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"Tras mala navegación, el puerto sabe mejor" |