Un escritor en promoción de novela, un caballero de la Real, y un hombre de bien no me iba a dejar de atender.
La firma era una simple excusa para invitarle, animarle a que no deje Alatriste a falta de dos novelas (prometidas).
No iba a tener mucho tiempo para explicarme, pero dejaría mi voz en su memoria. Diego Alatriste es uno de los mejores personajes de don Arturo. No solo porque ha tenido varias aventuras en los que desarrollarlo, sino por sus propias circunstancias, su formación, su profesión, sus amistades, su tiempo.
Tal vez, por aquello de que ningún escritor cuenta lo que no tiene, no puede aún escribir un Alatriste otoñal.
Además, nadie quiere otro Avellaneda en Alatriste, ¿no?
Felices fiestas, amigo.
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