“Asegura Pérez-Reverte éxito del Capitán Alatriste es su mirada moderna”

 

No es un canto a la España imperial, sino una visión amarga y turbia de este país, dice.

 

Publicado 13:37 h. 26-10-2011

 

 

El escritor español Arturo Pérez-Reverte aseguró hoy aquí que el éxito de su serie sobre el Capitán Alatriste se debe a la mirada moderna con la que se comprenden muchas de sus aventuras, triunfos, derrotas y la relación con su país.

 

En un encuentro informativo, el autor (Cartagena, España, 1951) comentó algunos detalles de la séptima entrega del personaje “El puente de los asesinos” (editorial Alfaguara), que sitúa al personaje en Venecia en 1627, así como del alcance del personaje creado hace 15 años.

 

La nueva entrega que saldrá a las librerías españolas este jueves, narra cómo Francisco de Quevedo le ordena a Alatriste matar a Dogo de Venecia y tratar de imponer así un gobierno leal a la corona de España.

 

“No es una historia, ni un canto a la España imperial, eso lo dicen unos cretinos que no han leído el libro. Es una visión de España amarga, turbia, negra, oscura”, aclaró sobre la historia de la serie.

 

Recordó que Alatriste es un individuo al que la vida lo ha despojado de mucho, “es carne de cañón, lo han dejado tirado y él tiene códigos personales para sobrevivir: su espada y amigos” y “no se mueve por patriotismo, sino por su orgullo, su valor, su reputación y coraje para sobrevivir en un mundo hostil”.

 

Precisó que la historia incluye una frase dicha en alguna de las entregas anteriores, de que “ser lúcido y español aparejó siempre grandes esperanzas”, y que ese ejemplo está en el personaje de Alatriste y de la España del siglo XVII.

 

“Cuando se ve la historia, se ve que somos una sucesión continua de intentos fracasados, de ser lo que no podemos ser, de envidias, insolidaridades, de heroísmos inútiles, de intentos magníficos que terminan en números de circo y grandes oportunidades perdidas”, dijo.

 

“Eso deja una mirada amarga de lo que es España y lo español y Alatriste es ejemplo de eso. A veces me preguntan por qué del éxito, porque es una mirada moderna, es un español que mira con mirada de hoy”, afirmó.

 

Expuso que muchos lectores se identifican, tienen esa mirada, “se sienten peones tirados como Alatriste; engañados, aislados, manipulados, siempre en manos de los mismos: reyes imbéciles, curas fanáticos, ministros corruptos, funcionarios banales, país de incultos”.

 

El escritor comentó que un ejemplo de esa mirada está en que mientras en el siglo XVII se malgastó el oro y la riqueza, en la actualidad hay una crisis económica en España por haber hecho mal uso del crecimiento económico.

 

“Cada vez que pasa el oro por las manos lo tiramos por vanidad y derroche, y allí radica el éxito de la serie, en que cualquier lector moderno se reconoce asimismo y reconoce la España actual en la de Alatriste”, apuntó.

 

Incluso, sostuvo que también el lector latinoamericano comprende que muchos de los problemas de su país vienen de esos tiempos de Alatriste, y a través de una “lectura lúcida, más honda, que está en los lugares extremos”, hacen que la novela funcione allí también.

 

Alatriste me reconcilia con España”, manifestó sobre las satisfacciones que le deja esta obra, ya que al escuchar a mucha gente hablar de su vida entiende que “si estuviera bien gobernada podría hacer cosas más estupendas, eso devuelve la fe en España y lo complejo de esa palabra”.

 

Pérez-Reverte resaltó que además esta serie intenta asomar al lector a un siglo muy importante, porque “la España actual no se comprende sin la del siglo XVII, en ese siglo fracasa una idea de España, cuyos restos y escombros todavía sufrimos los españoles de ahora”.

 

“Somos lo que somos porque fuimos lo que fuimos, o porque no fuimos lo que pudimos ser cuando lo pudimos ser. Esto no es más que una faceta del panorama que quiero plantear al lector, y que tenga las claves para conocer ese mundo”, puntualizó.

 

Sobre esta séptima entrega, el autor subrayó que la situó en una Venecia entonces rival y difícil para la corona española, pero además en un ambiente sombrío, alejado de la ciudad tradicional que se conoce.

 

Indicó que en la historia confluyen el espionaje, la sospecha, la persecución, la desconfianza, la emboscada, en un ambiente sombrío y hostil.

 

Destacó que le quedan dos libros más para completar la serie, y que no se plantea situarlo en América, ya que prefiere mantenerlo en los límites originales con los que se planteó el personaje.

 

“Lo he pensado, he tenido la tentación pero sería romper. Me he impuesto no moverlo más allá de donde la gente se movía en aquel tiempo. A América iban marinos o los que iban se quedaban para siempre”, añadió.