Alatriste sería un marginado”.

 

Jueves, 14 de diciembre de 2006

 

Arturo Pérez-Reverte navega por esa "frontera ambigua y peligrosa" que era el mar Mediterráneo del siglo XVII en "Corsarios de Levante", la sexta entrega de las aventuras del capitán Alatriste, un personaje que supo sobrevivir en "el mundo cruel y peligroso" de entonces, pero que en el de hoy "sería un marginado total".

 

"Alatriste era un mercenario, un asesino a sueldo, un personaje poco recomendable, pero tenía su ética, sus reglas del juego. Ahora, sería un proscrito, porque nadie entendería esas actitudes en un mundo como éste en el que palabras como dignidad, reputación, decencia, vergüenza torera y honradez se manipulan continuamente".

 

Con esa contundencia se expresaba el escritor español al presentar su nuevo "Alatriste" en la sede del Instituto Cervantes, en Madrid.

 

La conferencia de prensa en la que Pérez-Reverte presentó "Corsarios de Levante", a la que acudieron más de cien medios acreditados, muchos de ellos extranjeros, muestra la repercusión que el escritor ha conseguido con la serie de libros del capitán, traducida a más de treinta idiomas y de la que han sido vendidos más de cuatro millones de ejemplares.

 

En la sexta entrega del capitán Alatriste, Pérez-Reverte, de 55 años, regresa al mar, una de sus grandes pasiones, porque el Mediterráneo es "una parte olvidada de nuestra memoria histórica" y porque le apetecía contar cómo era ese "mundo cruel, apasionante y peligroso" de esclavos, galeras, berberiscos, corsarios y piratas.

 

Este libro llega diez años después de que el escritor comenzara a recrear distintos episodios del Siglo de Oro español para acercar la historia hasta los más jóvenes, y siempre ha procurado aproximarse con la mirada de un hombre de entonces. Lo contrario hubiera sido engañar.

 

"Era una época dura, muy cruel, muy difícil, en la que matar y morir era muy fácil; no había concesiones, lo políticamente correcto no existía ni tampoco había organizaciones no gubernamentales", aseguraba este académico de la lengua para quien es "un error grave mirar al pasado con los ojos del presente".

 

Publicada por Alfaguara, "Corsarios de Levante" es quizá la novela más turbulenta y guerrera de la serie. No hay, como en algunas de las anteriores, intrigas palaciegas, sino que el escritor embarca al lector en la "Mulata", una galera de veinticuatro bancos, para hacerlo vivir numerosas batallas, zafarranchos y abordajes.

 

Al narrar las nuevas aventuras del capitán, que cada vez tiene "más lados oscuros y es más melancólico", Pérez-Reverte ha procurado no establecer "juicios morales". "Los españoles -dijo- degollaban tanto como los turcos o los berberiscos".

En aquellos siglos muchos españoles tenían como único horizonte labrar las tierras de otro, y, para ellos, embarcarse rumbo a América "a degollar indios" o a "asaltar galeras de infieles y degollar moros", "era una tentación muy poderosa".

 

Ser mercenario y alistarse en los ejércitos "era la única manera de "conseguir botines y de volver rico para no tener que lamerle las botas al poderoso de turno", decía el escritor, para añadir a renglón seguido que aquellos hombres "luchaban por el dinero", pero también "por la reputación, por los compañeros".

 

Uno de "los privilegios" de haber creado a Alatriste es, para su autor, "poder pasearse virtualmente por ese mundo que se recrea en cada libro", y aunque el famoso capitán tiene ya vida propia "la mirada" es la de Arturo Pérez-Reverte, y tras esa mirada está toda su vida, sus 21 años como reportero de guerra, su infancia rodeado de libros, el amor que le inculcaron sus mayores por la Historia y por los autores clásicos...

 

"Está claro que Alatriste es el resultado de una vida. Si yo no fuese como soy, el capitán no sería como es", subrayó el escritor, "contento de la complejidad" que ha sabido darle a este personaje, de carácter retraído, que mata y se emborracha y que defiende a sus amigos.

 

"Esa tragedia de ser español, esa amargura, está reflejada en los libros de Alatriste. Cuando uno tiene memoria histórica de la de verdad, comprende que ser español no es fácil", dijo el escritor, quien no ve demasiado parecido entre su personaje y el D'Artagnan de Alejandro Dumas.

 

"Alatriste es más complejo. Dumas -añadió- no quería mostrar la amargura de ser francés y yo sí he querido reflejar la amargura de ser español".